Pincelada del Museo vivo

Pincelada del Museo vivo
Museo vivo

Los verdaeros dueños de Malinalco 2/7


Entre sierras, volcanes y ríos
(Aspectos físicos)
El voluptuoso cuerpo de Malinalco, su estructura física, contrasta severamente con los de municipios adyacentes que se asientan sobre territorios homogéneos que a la vista se presentan como páramos yermos; el rostro de este municipio esta compuesto por miles de recovecos generadores de vida y oportunidades de desarrollo. Sin exagerar, para muchas personas es lo más cercano a una tierra prometida, no obstante, este espacio ricamente variado y lleno hasta el borde de potencial para el desarrollo social, es desperdiciado y las mas de las veces desdeñado, el aspecto físico de este territorio resulta de la confluencia de una serie de factores físicos que incluye elementos geográficos, climatológicos e hidrográficos, que en conjunto determinan y dan sustento a la biodiversidad que se desarrolla en este sitio tan particular.

Falso de toda falsedad que sean peligrosos


Mitos y realidades sobre el vinagrillo, la salamanquesca, las mariposas, ratones viejos, arañas, tarántulas y víboras

En Malinalco se cuentan muchas historias acerca de los animales peligrosos y del daño que producen a los seres humanos cuando pican, muerden o simplemente se les toca; del vinagrillo se dice, por ejemplo, que de la punta de su cola puede aventar un chorro de “orín” que si cae en los ojos deja ciego y que si cae en la piel la quema; de la salamanquesa o salamanquesca, esa lagartija pequeña de cola azul, se dice que puede morder y que con tan solo tocarla puede matar a una persona; de los ratones viejos o mariposas nocturnas se comenta que si se paran en la pared durante la noche, alguien morirá en esa casa; de las mariposas de día se dice que el polvito que sueltan puede causar calvicie, ceguera e incluso la muerte; de las arañas y tarántulas la gente dice que con su mordida inyectan venenos terribles y que pueden lanzarte pelos que queman y a todas las serpientes se les considera animalejos venenosos que hay que matar sin compasión.

Ensayo: Los verdaderos dueños de Malinalco (1/7) Introducción


COMO UN LIMOSNERO SENTADO EN UNA MONTAÑA DE ORO
Colgado de un cielo vasto, el sol radiante suaviza con su luz las abruptas formas de un cerro engalanado por un arcoiris vegetal poseedor de todos los matices imaginables del verde, mariposas refulgentes, agua en demasía con silueta sinuosa que en forma de río, manantial o apantle atestados de vida, bañan una tierra negra y nutritiva, flores multicoloridas, música de aves e insectos, árboles rebosantes de frutos dulces, lluvia en abundancia que invita a la selva a parir carne sagrada de hongo, barrancas con paredes que sostienen colgantes jardines babilónicos, los que miran por encima dicen que es este un paraíso de leche y miel; la realidad grita que es la prisión y hogar de la madre harapienta que suda extenuada, envejeciendo prematuramente bajo el peso de la leña, por el trabajo de amasar tortillas, por la condena resignada de un marido alcohólico o ausente en el mejor de los casos, cargando en sus hombros la loza de la pobreza que no se acaba a pesar de las generaciones o la abundancia natural, extenuada y con estampa tristísima por el madrugar constante que exige el sustento para unos chiquillos sin más esperanza que mojar sus espaldas, la madre cegada por el presente y la verdad aplastante, como un limosnero sentado en una montaña de oro…es Malinalco.