Hace unos días publicamos en
nuestra página de Facebook una invitación a todos aquellos quienes visitan el
pueblo mágico que nos da cobijo, a que no compraran orquídeas en puestos
ambulantes, dado que la comercialización que se hace de esas plantas es ilegal
y por sobretodo es, sin lugar a dudas, “no sustentable” y con impactos
negativos en la biodiversidad local; ante tal invitación muchos lectores nos comentaron
que nuestra petición les parecía fuera de lugar, sin argumentos, tonta e
incluso malintencionada; los mensajes que recibimos en la mayoría de los casos usaban
un lenguaje que sentimos como agresivo, creemos que esta reacción fue motivada:
1. probablemente por la poca información vertida por nosotros en el comentario,
2. seguramente por el comprensible desconocimiento que sobre el tema tiene el
público general en el tema y 3. por la constante banalización que sobre
cualquier tema se hace en las redes sociales.
Con la intención de abonar más
información sobre el tema para ayudar al público a dimensionar el problema,
ofrecemos a continuación una serie de precisiones que esperamos permitan dejar
en claro el problema de la venta ilegal de orquídeas y además dar algunas
recomendaciones que les permitan a los interesados actuar acorde al respeto,
conservación y uso sustentable de estas hermosas plantas, así:
A)
En México hay registradas aproximadamente 1,200
especies de orquídeas, de las cuales más del 16% se encuentran en alguna categoría
de riesgo, es decir unas 200 especies de estas plantas se encuentran en algún
grado de peligro de desaparecer fundamentalmente por el comercio ilegal que se
practica con ellas y por la deforestación de los bosques donde viven; de las
1000 especies restantes no se tiene datos fidedignos del estado de sus
poblaciones y por tanto no se sabe a ciencia cierta en que categoría de riesgo están,
sin embargo, quizá sea fácil comprender el peligro en el que se encuentran si
consideramos que desde la década de los 90’s al menos doce millones (sí,
millones) de estas plantas en México han sido comercializadas sin ninguna
técnica de conservación; en resumen las orquídeas conforman un grupo de plantas
reconocido nacional e internacionalmente en serio riesgo de desaparecer, por lo
tanto su comercialización debe hacerse de manera sustentable asegurando mecanismos
que permitan su sobrevivencia.
B)
El comercio de orquídeas por sí mismo NO es
ilegal, pero se considera así cuando el que lo hace no práctica mecanismos mínimos
que permitan la continuidad de las poblaciones de esas plantas, se pueden
comercializar siempre y cuando las autoridades ambientales verifiquen que sean
cultivadas o bien se extraigan del medio natural con autorización de SEMARNAT,
ejecutando un plan de manejo, respetando vedas y temporadas, considerando zonas
de preservación y siendo colectadas mediante técnicas adecuadas; es decir en México existen los mecanismos que permiten
que los ciudadanos usen ese recurso siempre y cuando lo hagan sustentablemente.
El comercio no regulado de estas especies no es malo porque sea ilegal, es
realmente malo porque no permite la regeneración de las plantas y sin lugar a
dudas motiva su desaparición.
C)
Ten en cuenta que independientemente de si estás
de acuerdo o no en comprar orquídeas ilegales, si lo haces y por alguna razón
al transportarlas te ves enfrentado a una inspección o un retén de la Procuraduría
Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y no puedes demostrar que compraste
legalmente esas plantas, podrías enfrentar una multa que dependiendo el caso puede
oscilar entre 50 y 50,000 (sí, cincuentamil) veces el salario mínimo vigente en
la CDMX, la incautación de los ejemplares e incluso prisión preventiva, ¿Estás
dispuesto a arriesgarte?
D)
Algunos lectores argumentan que la venta no
regulada y no sustentable de orquídeas provee de medios para la sobrevivencia
de quienes lo hacen y por tanto debería ser tolerada e incluso incentivada; sin
embargo aunque la actividad puede cumplir esa función en el corto plazo, no lo
hará en el largo plazo porque la constante depredación de las plantas sin la
aplicación de técnicas que permitan su regeneración hará que tarde o temprano
las especies desaparezcan, terminando así con ese beneficio económico para
siempre y mutilando además el entramado natural, que no olvidemos, nos da
sustento a todos, a ti, a mí ya todos nuestros hijos; es decir esta actividad
en un futuro cercano nos quitará a todos la oportunidad de apreciar y
aprovechar estos hermosos vegetales.
E)
Se nos ha dicho mediante las redes sociales a
raíz de la invitación que hicimos, que en México hay otros problemas
ambientales y que preocuparse por el problema de las orquídeas es superfluo, no
estamos de acuerdo, y es que si bien es cierto que en nuestro país la
problemática ambiental es enorme, no podemos desdeñar éste solo porque existen
otros, creemos firmemente que es absolutamente ilógico pensar que no debemos
actuar en un asunto en particular porque existen muchas cosas por resolver en
lo general; la problemática ambiental debe darse batalla a batalla, y ésta que
proponemos y reiteramos representa un pequeño esfuerzo que se encamina a
resolver problemas “más grandes”. Existen quienes proponen ahorrar agua, bien,
existen quienes proponen reciclar, bien, existen quienes proponen considerar
nuestro voto para quitarles el poder a los corruptos que malbaratan la riqueza
natural, bien, existen quienes proponen campañas de reforestación, bien,
nosotros solo proponemos negarnos a comprar plantas que son arrancadas de su
medio natural y están en riesgo de desaparecer.
F)
Quienes no estuvieron de acuerdo con nuestra
invitación argumentaban que la gente que desarrolla esa actividad es gente
honesta y trabajadora y por tanto no deberíamos hablar del problema; nosotros
no nos sentimos capaces de erigirnos jueces morales y no podríamos (ni
queremos) calificar la honestidad y disposición al trabajo de nadie; no
obstante sí queremos y podemos hacer notar que en México existen comunidades y
particulares que viven de la flora y fauna silvestre y lo hacen de manera
sustentable, se levantan al alba para cumplir con los mecanismos que les
permitan vender ejemplares sin ponerlos en riesgo, gente que trabaja de sol a
sol para darle de comer a su familia usando la naturaleza sin depredarla en el
proceso, en el país existe gente que no solo va al monte a bajar orquídeas sino
que además cuida los árboles donde viven, combaten plagas, reforestan, conocen
sus plantas hasta el más mínimo detalle, se han esforzado por adquirir
conocimientos técnicos y complementar así sus saberes ancestrales, en México
hay gente que no solo pone su puesto o abre su tienda de plantas sino que
además trabaja horas extras (muchas) para asegurarse de que sus plantas les
llenen la panza a ellos y a sus familias actuando a su vez para que el tesoro
de las orquídeas esté disponible para sus hijos y sus nietos. La gente
trabajadora y honesta que conocemos y vive de las orquídeas no se limita a extraerlas
y venderlas.
No obstante todo lo anterior,
comprendemos plenamente que existan personas que quieren adquirir orquídeas,
pues su enorme belleza resulta enormemente atractiva, así que si decides
comprarlas, según la ley general de vida silvestre y su reglamento deberás:
-Saber
exactamente que especie de orquídea estas comprando (no sirven para este efecto
los nombres comunes).
-Si la especies se encuentra o no en alguna categoría de riesgo.
-Si no se encuentra en ninguna categoría de riesgo, deberías solicitar al vendedor la información de cómo es que cultiva o extrae a las plantas, para checar que no lo haga por simple depredación.
-Si la especie de orquídea que compras esta en alguna categoría de riesgo es obligación del vendedor darte al menos una nota simple en donde se diga claramente el número de registro del vivero donde fueron producidas o en su caso el registro de autorización del vendedor como colector de orquídeas autorizado y la autorización de aprovechamiento del o los ejemplares.
-El ejemplar que compres deberá llevar una marca (en estos casos típicamente una etiqueta) que de fe del número de registro del ejemplar y su autorización de aprovechamiento otorgado por SEMARNAT.
-El vendedor deberá darte además y en su caso el registro de comercializador de vida silvestre.
Te recordamos nuevamente que si
por la razón que sea la autoridad ambiental por una inspección o retén te encuentra
con estas plantas y no puedes demostrar su legaliodad, puedes hacerte acreedor a
una multa que dependiendo el caso puede oscilar entre 50 y 50,000 veces el
salario mínimo vigente en la CDMX, es decir entre $4,002.00 y $4,001,000 mxn, la incautación de
los ejemplares e incluso prisión preventiva, te volvemos a preguntar ¿Estás
dispuesto a arriesgarte? ¿Estás dispuesto a seguir recomendándole a la gente
que compre estas plantas aunque sean ilegales porque con esa compra ayuda a
mantener a una familia?
Para finalizar queremos decirte
que uno de los objetivos fundamentales del Museo Vivo es ayudar a los
ciudadanos a aprovechar sustentablemente la biodiversidad y de manera consecuente
a conservarla, por eso, si alguna comunidad o persona honesta y trabajadora
necesitan ayuda para comercializar adecuadamente y con respeto estas plantas u
otros ejemplares de la vida silvestre, siempre estaremos dispuesto a
orientarlos GRATUITAMENTE para que su actividad no implique la desaparición de
las especies.
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