Pincelada del Museo vivo

Pincelada del Museo vivo
Museo vivo

SOBRE LA GRATUIDAD DE LA CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD


Por alguna razón, la mayoría de las personas piensan que el trabajo conservacionista, que las labores ligadas a la protección de la biodiversidad deberían ser gratuitas; por alguna razón mucha gente piensa que quienes hacen trabajo de campo, de laboratorio, de rehabilitación, de identificación de especies, etc no comen ni tienen que comprar zapatos; por alguna razón la gente cree que la información que caracteriza a la biodiversidad y los contextos que le dan sustento no valen dinero; por alguna razón muchísimas personas asumen que los microscopios, el material de campo, las instalaciones y la formación académica del personal que se dedica a esto la consiguieron mágicamente y no les costó un centavo.

En el Museo vivo continuamente recibimos mensajes, llamadas y correos en donde se nos solicita información científica de la biodiversidad o peticiones para hacernos cargo de animales o trabajos que implican un grado elevado de conocimiento técnico en la materia y nosotros dado que a eso nos dedicamos siempre estamos dispuestos a realizar esas labores y les respondemos eso, que podemos hacerlo y además que tiene un costo de X pesos y entonces la gente se indigna.



Recibimos respuestas del tipo ¿Cómo es posible que cobren por algo tan importante? ¿Cómo se les ocurre pedir dinero a cambio de cuidar la naturaleza? ¿Qué clase de humanos mezquinos son que pretenden vivir de la conservación de la biodiversidad?

En el Museo vivo amamos lo que hacemos y tenemos la certeza de que nuestra labor significa un pequeño grano de arena en la montaña de cosas por hacer para conservar la biodiversidad, pero somos humanos, humanos como tú que comemos, vestimos, calzamos, ocupamos gas, electricidad, transporte y nadie nos regala esos productos o servicios; no tenemos una señal tatuada en la frente que le diga a los demás que hacemos labores de conservación y por tanto no deben cobrarnos los productos o servicios que les solicitemos.



La próxima vez que requieras un servicio o información de nosotros o más aún de cualquier persona u organización no ligada a la burocracia, te pedimos consideres que así como un dentista no te saca la muela gratis, un médico no te da consulta sin cobrarte, un arquitecto no te diseña tu casa por el gusto de hacerlo y un marchante del mercado no te regala los chayotes o el pollo, nosotros, quienes trabajamos conservando la biodiversidad tampoco regalamos nuestro trabajo.

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