Pincelada del Museo vivo

Pincelada del Museo vivo
Museo vivo

EL PROBLEMA DE LA VENTA DE ORQUÍDEAS


Hace unos días publicamos en nuestra página de Facebook una invitación a todos aquellos quienes visitan el pueblo mágico que nos da cobijo, a que no compraran orquídeas en puestos ambulantes, dado que la comercialización que se hace de esas plantas es ilegal y por sobretodo es, sin lugar a dudas, “no sustentable” y con impactos negativos en la biodiversidad local; ante tal invitación muchos lectores nos comentaron que nuestra petición les parecía fuera de lugar, sin argumentos, tonta e incluso malintencionada; los mensajes que recibimos en la mayoría de los casos usaban un lenguaje que sentimos como agresivo, creemos que esta reacción fue motivada: 1. probablemente por la poca información vertida por nosotros en el comentario, 2. seguramente por el comprensible desconocimiento que sobre el tema tiene el público general en el tema y 3. por la constante banalización que sobre cualquier tema se hace en las redes sociales.

Con la intención de abonar más información sobre el tema para ayudar al público a dimensionar el problema, ofrecemos a continuación una serie de precisiones que esperamos permitan dejar en claro el problema de la venta ilegal de orquídeas y además dar algunas recomendaciones que les permitan a los interesados actuar acorde al respeto, conservación y uso sustentable de estas hermosas plantas, así:

SOBRE LA GRATUIDAD DE LA CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD


Por alguna razón, la mayoría de las personas piensan que el trabajo conservacionista, que las labores ligadas a la protección de la biodiversidad deberían ser gratuitas; por alguna razón mucha gente piensa que quienes hacen trabajo de campo, de laboratorio, de rehabilitación, de identificación de especies, etc no comen ni tienen que comprar zapatos; por alguna razón la gente cree que la información que caracteriza a la biodiversidad y los contextos que le dan sustento no valen dinero; por alguna razón muchísimas personas asumen que los microscopios, el material de campo, las instalaciones y la formación académica del personal que se dedica a esto la consiguieron mágicamente y no les costó un centavo.

En el Museo vivo continuamente recibimos mensajes, llamadas y correos en donde se nos solicita información científica de la biodiversidad o peticiones para hacernos cargo de animales o trabajos que implican un grado elevado de conocimiento técnico en la materia y nosotros dado que a eso nos dedicamos siempre estamos dispuestos a realizar esas labores y les respondemos eso, que podemos hacerlo y además que tiene un costo de X pesos y entonces la gente se indigna.

Breve historia de una serpiente llamada Seboastian


Nació por allá de 2007 en un criadero legal y sustentable de serpientes, vio la luz junto a sus 12 hermanos una cálida tarde de Junio y los primeros días no quería probar alimento, debido a eso nadie sospechaba que se fuera a convertir en el hábil cazador y devorador de conejos que hoy es; tuvo una “infancia” tranquila que rayaba en la monotonía pues pasaba sus días en un contenedor a modo en donde, para su bienestar, se controlaban escrupulosamente la humedad y temperatura,  si nos ponemos antropocentristas podría decirse que se aburría; un día llegamos hasta ese criadero buscando algunos ejemplares de serpientes que pudieran ser integrados a nuestras colecciones biológicas con la finalidad de ayudar a la gente a comprender que la inmensa mayoría de las veces las serpientes no representan un peligro para el ser humano, pero desde luego este ejemplar macho de la especie Boa constrictor imperator no tenía ni idea de quienes éramos ni qué demonios significaba “Museo Vivo” y probablemente aunque lo supiera no le hubiese importado.

Ya no puedo cuidar a mi tortuga ¿Qué puedo hacer? ¿A dónde la llevo?


Seremos claros y quizá por eso parezcamos insensibles, pero las cosas por su nombre: si ahora ya no puedes cuidar a tu tortuga entonces ¿porque la compraste o aceptaste como regalo?, al adquirir una tortuga, sea por la razón que sea, te echaste a los hombros la enorme responsabilidad de cuidar de una vida y eso significa que debes invertir tiempo, dinero y esfuerzo en su mantenimiento, así que ahora francamente no son válidos cualquiera de las razones que des para no poder hacerte cargo: que si no tienes un espacio para mantenerla, que si por la escuela o trabajo ya no te da tiempo, que si me la encontré, que si no sabías que el animal iba a crecer tanto, que si ahora eres padre/madre y primero están tus hijos… todo eso debiste pensarlo antes de aceptar la responsabilidad de mantener a una tortuga o a cualquier animal, no son juguetes, son vidas.

Pero bien, afrontemos la realidad e independientemente de tu situación particular la pregunta ahora es ¿qué puedes hacer para que esa tortuga que ya no puedes cuidar esté bien?

Tips para el rescatador de Tlacuaches huérfanos (zarigüeyas)


En la época de lluvias cada año sucede lo mismo, llegan al Museo Vivo desde diversas partes del Estado de México e incluso del país, crías de Tlacuache (Didelphis virginiana) traídas por personas bienintencionadas que las rescatan de entre los restos de su madre muerta ya sea por atropellamiento, mordidas de perro o por simple y vil violencia humana; al perder a su mamá las crías quedan desamparadas y condenadas a la muerte pues dependen de ella para su alimentación y cobijo. A pesar de los cuidados o “primeros auxilios” que sus rescatadores les proporcionan, las crías casi siempre llegan deshidratadas, mal alimentadas, con el vientre inflamado por falta de estimulación para su digestión, en fin, llegan mal; desde luego los rescatadores actúan de buena fe y movidos por un ánimo de solidaridad animal que sin duda es admirable y desde el Museo Vivo lo agradecemos infinitamente, pero lamentablemente y no queriendo minimizar esos esfuerzos, la falta de conocimientos técnicos les hace actuar erróneamente en perjuicio del animal. Para disminuir en la medida de lo posible esas malas prácticas, les damos a conocer algunos “tips” importantes a considerar ante estas circunstancias: