Pincelada del Museo vivo

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Museo vivo

Perspectiva Biológica del Escudo Nacional Mexicano


Las especies del escudo Nacional Méxicano

El Escudo Nacional de México está representado por un águila real devorando a una serpiente de cascabel, posada sobre un nopal en un islote del lago de Texcoco. Por todos es sabido que el origen de este emblema se remonta al establecimiento de los nahuas en el Valle de México. Sin embargo, si recapacitamos y analizamos esto desde un punto de vista biológico, encontraremos algunas incoherencias.

La primera y más obvia es preguntarnos si realmente el águila representada es un águila real y al respecto, tenemos que hacer suposiciones de su distribución original o de la que probablemente abarcó en esa época, también es necesario conocer sus costumbres alimenticias, zonas de vuelo, caza y posaderos para alimentarse. Esto último afortunadamente no tiene que apoyarse en suposiciones de dudosa aceptación, pues las costumbres del águila real aún pueden ser constatadas en el norte del país.

Para poder aceptar que se trata de un águila real (Aquila chriceratos) que habitó en el Valle de México, es necesario inferir que su distribución abarcó todo el Eje Neovolcánico, y si así lo fue, es muy improbable que volara por los valles bajos, pues estas águilas prefieren las zonas boscosas y peñascos de las zonas montañosas, las cuales rodean por completo al valle de México, pero si aún así, si aceptamos que es posible que sobrevolara y se alimentara en los valles bajos, tendríamos que cuestionarnos sobre la posibilidad de que un águila real se pose a comer sobre un nopal, lo cual, es difícil de aceptar, en primer lugar porque esto nunca se ha visto o reportado, pero además, porque la resistencia de los nopales ante el peso del águila, difícilmente permitiría tal evento.

Un águila despedazando a una serpiente para devorarla realiza movimientos bruscos, que ejercen fuerte presión sobre su percha, esta serie de movimientos romperían las pencas del nopal fácilmente. Los nopales que se desarrollan en zonas templadas, como lo es el Valle de México, son especies medianas y menos corpulentas que las especies de zonas áridas. Las especies del Valle de México no se desarrollan en forma arborescente como los que encontramos en el norte de Jalisco y que probablemente podrían soportar el peso un águila. Suponer que probablemente en esa época existió alguna especie de nopal de zonas áridas y que por nuestro "desarrollo" ha desaparecido, es ilógico, pues el efecto de nuestro "desarrollo" produce una desertificación de los lugares, es decir, hoy en día el Valle de México es más árido que antes.

Por otra parte, se sabe que cuando las águilas capturan alguna presa, la trasladan en sus garras una distancia no muy grande para devorarla, a menos que la fueran a trasladar a su nido y como las águilas definitivamente no anidan ni en los nopales ni en los islotes, es de suponer que la serpiente fue capturada en las cercanías del islote o del lago de Texcoco. Las especies de víboras de cascabel de la región son: La Cascabel serrana o de cola negra (Crotalus molossus nigrescens), las Cascabeles de bosque (C.triseriatus y Sistrurus rayos), así como la Cascabel cabeza de lanza u hocico de puerco (C. polystictus). Todas ellas son pequeñas por lo que es dificil que formen parte de la dieta de un águila real, a excepción de la (C.mo-lossus), la cual puede llegar a medir 1.2 m de longitud y se sabe que sí es predada por (A. chriseratus). Por lo que si se quiere suponer que el águila involucrada es un águila real, la serpiente, si es que es de cascabel, tendría que ser una (C.molossus).Estos argumentos nos dejan muy pocas posibilidades para aceptar que el águila representada en nuestro escudo nacional originalmente haya sido un águila real. Probablemente se trató de una aguililla o de un halcón. Los que pudieron encontrarse en esa región son el Halcón cola roja, (Buceo jamaiscencis borealis), el Halcón de Harri o Aguililla, el (Caracara o quelele) y el halcón gris

(Parabuteo nitiduslos) los cuales no se alimentan de crotálidos pero sí de colúbridos, tales como las chirrioneras, (Masticophis flagellum), los cincuates (Pituophis deppei deppei), la culebra listada (Salvadora sp.) y las culebras de agua (Thamnophis spp.), todas ellas abundantes en las proximidades del lago de Texcoco. Estas aguilillas o halcones sí se posan sobre nopales, aunque prefieren hacerlo en perchas más seguras como huisaches, mesquites y demás árboles de la región. Pero si nuestra ave en cuestión se posó en un nopal, es porque fue la percha más cercana que encontró y por lo tanto, la serpiente fue capturada muy cerca del lugar; por lo que muy probablemente se trató de una culebra de agua. La más antigua de las representaciones de nuestro escudo es la del Códice de Mendoza, en la que los nahuas dibujaron un ave de presa posada sobre un nopal. En esta representación, aún cuando el ave está sujeta al nopal en una sola pata, la segunda no sujeta a ningún animal, por el contrario, se ve suelta y con la garra hacia el frente. Aparentemente la versión de que se encontraba devorando a una serpiente es muy posterior. El dibujo del códice está un poco estilizado, por lo que no se puede identificar la especie de la que se trata, pero si puede apreciar que se trata de un ave de presa; un halcón o un águila. Esta versión, en la que se infiere que el origen del escudo nacional esté relacionado con un halcón alimentándose de una culebra, es la más posible, aunque menos romántica y es la hipótesis más aceptada entre el gremio biológico. Las especies originales involucradas en la visión de los nahuas, nadie podrá conocerlas con exactitud, pero muy probablemente son algunas de las antes descritas. Este escudo nacional, es pues, una versión muy modificada de la original visión de los nahuas.






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